lunes, 29 de abril de 2019

Fashion Revolution Week

Quiero hablar de este tema porque me parece bastante importante que las personas sean conscientes de ello. Yo hasta hace unos días no lo era pero me abrieron los ojos entre todas las personas que sigo. 

El Fast Fashion es un término que se utiliza para referirse a aquellas marcas que se dedican a la moda rápida (producir sin cesar sacando nuevas colecciones cada poco tiempo). Antiguamente solo existían 4 colecciones diferentes por parte de estas marcas: invierno, primavera, verano y otoño, pero en la actualidad hay unas 52 colecciones diferentes al año: una por cada semana. Esto ha producido que el consumidor sienta una necesidad de comprar ropa cada muy poco tiempo y ha aparecido el consumo acelerado.

Esto quiere decir que se producen muchas más prendas de ropa que antes por lo que se necesitan más recursos para poder hacerlo. Por ejemplo: producir una camisa de algodón supone un gasto de 2700 litros de agua  y  entre 2,1 y 5,5 kilogramos de CO2 según el World Resources Institute. Este sector es uno de los más tóxicos, el 20% de la contaminación industrial del agua proviene de la industria textil. Son datos bastante alarmantes a los que no prestamos mucha atención porque nos sirve con ir a una tienda y pagar poco dinero por una prenda. 

Además, para poder mantener una producción masiva semanal de colecciones ha aumentado la presión sobre las empresas que producen nuestra ropa. Esto quiere decir que se ha elevado la explotación y abuso de la mano de obra. Los precios de la ropa son cada vez menos elevados y eso no significa que tengamos mucha suerte, sino que el precio real lo están pagando sus trabajadores o el medio ambiente con otro tipo de "moneda". 

Han pasado ya seis años desde el derrumbe de Rana Plaza que ha llevado a tanta gente a replantearse a quién quiere dar su dinero y apoyar en esta industria. El 24 de abril de 2013 ocurrió un terrible accidente en una de las fábricas de ropa en Bangladesh que supuso la muerte de más de 1000 personas y otras 2000 resultaron heridas.  La fábrica contaba con unos 5000 trabajadores, en su mayoría mujeres que cosían para marcas internacionales. Ese mismo día los trabajadores quisieron negarse a entrar porque el edificio realmente se encontraba en malas condiciones y ante la amenaza de quedarse sin trabajo acabaron entrando.

Edificio de Rana Plaza, 24 de abril de 2013. Foto: Zakir Hossain

A partir de esto, surgió el movimiento Fashion Revolution, que lucha contra esta situación. Anima a las personas a preguntarse quién hizo su ropa (who made my clothes?) y cuestionárselo a las grandes empresas, que en pocas ocasiones informan cómo se hicieron sus prendas.

La solución a esto es, además, apoyar a pequeñas empresas que realizan sus prendas bajo buenas condiciones y con productos sostenibles. Las tiendas de segunda mano también ayudan a este problema, pues dan nuevas vidas a prendas que podían haber sido tiradas. Gracias a esto nos daremos cuenta de lo que realmente cuesta hacer una prenda de vestir y que la moda no es un sector "barato".

Si no estás de acuerdo con esto, sube una foto a redes con una prenda al revés enseñando su etiqueta y con el hashtag #Quienhizomiropa o #Whomadesmyclothes etiquetando la marca.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comparte conmigo tus ideas!