lunes, 8 de abril de 2019

En el baño: pasta de dientes

Seguimos con un producto estrella: la pasta de dientes. "Que me blanquee los dientes, que me deje buen aliento, que no sea mala, que haga espuma, que sea barata..." Los dientes son muy importantes en nuestra imagen y mantenerlos sanos es esencial.

Desde que soy pequeña, en mi casa hemos usado la pasta de dientes de Corpore Sano de mirra, propoleo e hinojo. Es una pasta de dientes natural y muy buena pues nunca me han salido caries con ella, pero que usa plástico para el envoltorio. Investigué sobre pastas de dientes para poder sustituir ese plástico. Cuando visité la tienda de Lush vi las pastas dentales en pastilla, por supuesto naturales. Quise probarlas porque me llamaron mucho la atención y acabé comprándolas. Me dio un poco de rabia que viniesen en un bote de plástico que no pertenece a la gama de envases que puedes devolver en Lush, pero mi cabeza pensó que es un bote que se puede reutilizar fácilmente, no como los de las pastas convencionales.

El resultado de las pastillas es muy bueno. Yo compré las Dirty con aceite de hierbabuena por 7,50 €. Lo sé parece muy caro pero echando cuentas vienen mogollón de pastillas y yo uso media pastilla cada vez porque es más que suficiente. La manera de aplicarlo es mordiendo la pastilla, mojando el cepillo en agua y empezando a limpiar los dientes como de costumbre para que salga la espuma. Además es un producto natural y echo a mano, no como las pastas de dientes de supermercados en las que parecen haber encontrado microplásticos y sustancias insanas. Creo que, finalmente, sale rentable. 

Unos días después encontré muchas recetas de pasta de dientes casera y me lancé a probar una de  Patri y Fer de Vivir sin plástico:

  • 2 cucharadas de aceite de coco
  • 1 cucharada de bicarbonato de sodio
  • Unas gotitas de aceite esencial de menta

Al principio me sabía demasiado salado y era una sensación extraña la verdad. No tiene espuma y la textura del aceite de coco es muy diferente a la de las pastas convencionales. Sin embargo, no te deja mal sabor de boca después del cepillado, te deja los dientes súper-suaves, es natural, no tiene plástico, etc. ¡Acierto total! 
El aceite de coco viene en un tarro de cristal y se puede comprar en un supermercado o en un herbolario pero debemos comprobar que sea 100% natural y ecológico o biológico. Yo me he acabado acostumbrando y ahora la pasta me gusta. La forma de aplicarlo es muy sencilla: una vez guardado en un tarro de cristal se calienta un poco para que el aceite no esté totalmente sólido y se impregna el cepillo con la mezcla.

Esta pasta casera la alterno con las pastillas de Lush de vez en cuando ya que leí que el bicarbonato puede ser agresivo para el esmalte al cepillarse tres veces al día aunque no tengo 100% seguro que eso sea así. Como dicen, mejor prevenir que curar.

También he visto algunas recetas que sustituyen el bicarbonato de sodio por arcilla blanca. Yo aún no lo he probado pero investigaré algunas recetas más e intentaré quedarme con la mejor que encuentre. Cuando lo haga os lo dejaré en mi Instagram!

Muchas de las recetas de pastas caseras también incluyen carbón activado para el blanqueamiento del esmalte de los dientes. Sin embargo, recomiendan usarlo una o dos veces a la semana porque es bastante agresivo para el esmalte.



2 comentarios:

  1. Gracias Aurora✌ Ahora voy a comenzar a comprar pastillas de pasta de dientes. Es genial que estás deshaciéndote de cada tipo de plástico posible y encontrando alternativas super buenas. Muchísimas gracias por inspirar me ��

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